Sobre viníles sintéticos
está envuelto el dulce sabor. Rojo sobre rojo, como fuego prende que te
prendo con mi lengua gránulo por gránulo. Manteletas salpicadas de figuras
en abstractos brillos de pequeños celofanes, con bordes lentejuelas verdes
que se pierden en pigmentos blanquecinos, finos ovoides como pinceladas
negras pintan líneas al punto y entre más buscas mas encuentras. Escurreme gota
por gota, muerde de tajo una, dos, tres veces hasta absorver el pegajoso néctar
de mi boca. ¡Mucho sudor, Cuanto calor!.. Déjame salpicar tu
cuerpo con el empalagante perfume de sandía.
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